Oración del día 25
Señor Dios y Alentador nuestro, te damos gracias por caminar entre nosotros los humanos y por permitir que muchos perciban tu protección. Incluso cuando nos estamos muriendo, tú nos proteges y ayudas para no pasar a la muerte sino entrar en la vida. Así que nuestros corazones se elevan a ti. Concede que la luz que hay en nosotros continúe alumbrando, y que con sinceridad lleguemos nosotros antes ti. Señor Dios, crea bien del mal. Permite que surja luz en la oscuridad. Concluye tu promesa, para que nuestros corazones no estén turbados por deseos humanos, sino con tu promesa. Tú la llevarás a cabo, y nosotros seremos capaces de decir: “Nuestra fe y esperanza no fue en vano. Señor y Dios nuestro, tu nos has bendecido mil veces”.
Amén.
Christoph Friedrich Blumhardt